La sabana africana
En el mes de enero de 1956,
tres leones se despertaron,
en la sabana africana,
bajo un sol radiante.
El calor era intenso,
pero los leones estaban contentos,
la alegría de las flores,
los llenaba de vida.
Cantaban canciones de paz,
con una juventud alocada,
con mucha pasión,
brincos, saltos y danzas,
por todo el paraje.
Los leones se sentían libres,
como el viento que sopla,
como el agua que corre,
como la tierra que da vida.
Eran los reyes de la selva,
y lo sabían,
pero no eran arrogantes,
eran simplemente felices.
Vivieron el día con intensidad,
disfrutando de cada momento,
hasta que el sol se ocultó,
y la noche llegó.
Pero los leones no se fueron,
se quedaron a dormir,
bajo el manto de estrellas,
en la sabana africana feliz.
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